La representación de la niebla hace que sus obras hayan dado un paso más en la abstracción y en la poetización.Ricard Chiang, artista nacido en Barcelona en 1966, se ha movido con sus obras siempre en el terreno de lo gótico, lo oscuro, la noche y la pesadilla. Ahora nos presenta en esta exposición en la galería Xavier Fiol los recientes trabajos bajo el título: Boires.
Pinturas, dibujos realizados con grafito y carbón, sometidos a una interminable caricia de veladuras, que al final consiguen darle a la tabla final una apariencia casi marmórea en la que la imagen reflejada parece casi un milagro. La representación de la niebla hace que sus obras hayan dado un paso más en la abstracción y en la poetización. La luz queda retenida entre capas de silencio de forma que lo que nosotros observamos es como un espíritu silencioso en el que sabemos que se esconden ramas , árboles, montañas e incluso personajes.
Los paisajes de Ricard son como umbrales a través de los que nos adentramos en ese “lado oscuro” que alberga lo terrible y fantasmagórico. Escenarios cuyo silencioso aliento desprende la frialdad de la muerte, poseen esa hermética apariencia de los altares, de esas zonas duales y sagradas que pertenecen al territorio de lo místico, de espacios restringidos a los ungidos por esa experiencia sobrehumana que sacude el alma hasta el desgarro.
Los bosques, son visiones poéticas del aura majestuosa y extraña que tiene la belleza aún cuando ésta represente lo diabólico y lo frío.
El tratamiento de la luz en esta serie de obras “Boires” es impecable y nos lleva a poder ver en los paisajes representados, la desolación de la ausencia y la presencia de lo sombrío y lo oscuro, al tiempo que comprender la revisión del concepto de lo sublime que nos transmite el artista.